El uso desmedido de internet puede crear una adicción y acarrear problemas matrimoniales. Tan común está siendo esto, que en la capital Argentina ya existe una clínica especializada en tratar a personas que necesitan desconectarse de la red y reconectarse con su familia. /Ilustración: Sandra Conejeros.

Ya no es raro que cuando termina el día nos encontremos revisando e-mails y twitteando en la cama, o recibiendo un whatsapp mientras estamos comiendo en familia. Un reciente estudio realizado en Gran Bretaña por la compañía telefónica O2, entre 2 mil usuarios, arrojó que las personas usan su celular para hablar, navegar, chatear, revisar mails…, un promedio de 119 minutos al día, casi dos horas, mientras que destinan sólo 96 a su pareja.

Lo cierto es que si bien internet ha traído innumerables beneficios, su uso desmedido, puede producir ciberdependencia y traer incluso serias consecuencias a la vida matrimonial. Laura Jurkowski, directora de Reconectarse, centro argentino pionero en Latinoamérica en la problemática de internet, videojuegos y el uso de la tecnología, cuenta algunas características de la ciberdependencia:

• La persona necesita estar cada vez más conectada y utilizar cada vez más funciones de internet.
• Sufre “tolerancia”, es decir, necesita estar más tiempo conectada para obtener los mismos resultados.
• Cuando no se puede conectar a internet, siente gran ansiedad y un malestar enorme.

Las consecuencias del cuadro anterior en la relación de pareja se manifiestan como menor tiempo compartido con el otro, menos conversación y tendencia a dejar de contarse el día que tuvieron. Todo esto, simplemente porque reemplazan parte importante de la convivencia por la conexión a la red. La especialista asegura que para detectar el problema no sólo es importante cuantificar las horas de conexión, sino el hecho de que alguien no pueda desconectarse aunque quiera.

Frente a los problemas más serios, Jurkowski asegura: “Vemos muchos casos de infidelidad a través de internet, por relaciones paralelas que se generan, que aunque sean virtuales, se pueden catalogar como infidelidad. También adicción a los juegos como son los casinos, o a la pornografía”.

La especialista explica que respecto a los problemas de pareja, “es necesario abordarlos en conjunto y si bien muchas veces los afectados son quienes llegan a tratarse, es necesario contar con ambos y establecer si, por ejemplo, la infidelidad por internet fue resultado de problemas anteriores, o productos de un cuadro de adicción”, señala.

A la hora de recomendar una vida digital sana, Laura Jurkowski señala: “Esto es como una dieta saludable, no podemos vivir sin la comida y hoy internet es muy necesario en todo sentido. Lo importante es entender que se trata de una herramienta, que no debiera nunca convertirse en la única actividad y que no es sano que la falta de su uso provoque un malestar o ansiedad. Debe poder alternarse de manera armoniosa con la vida diaria”.

La prevención es, sin duda, la mejor herramienta y en este sentido se recomienda ser estricto en el autocontrol: no contestar correos después de cierta hora, dejar de lado el celular durante las comidas, apagarlo antes de dormir o evitar que los hijos nos vean usando tablets o teléfonos en todos lados. Pueden ser pequeños, pero significativos pasos, para evitar que internet ocupe el lugar que en realidad le corresponde a nuestra pareja y familia.

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